• Home
  • /
  • Stories Hub
  • /
  • Fetiche
  • /
  • GV1016 Ch. 05

GV1016 Ch. 05

111 min. de ¡Qué dilema!

Harumi termina su pedido y deja su móvil en la mesita de la derecha. Cris ya había elegido una película de uno de los muebles cercanos repletos de DVDs. Los ojos de mi dueña se abren de asombro...

- Joder, me has leído el pensamiento!.

Dice emocionada. Luego continua...

- Esa película no hace mucho que la conseguí, y por falta de tiempo aún no la he visto. Fíjate que cuando hablaba con el Telepizza se me vino en mente... Y mira, vas y tu la coges. Que bueno!

- Pues no se hable mas Harumi. ¡Que dilema! promete. Pinta bien esta comedia...

- No esperemos por el pedido...

Harumi se levanta repentinamente y se dirige a una mesita bajo la gran pantalla.

- La vamos viendo en lo que viene las pizzas. ¿Te parece, Cris?

- Ay si, la vamos viendo.

Harumi en cuclillas prepara el dvd, mientras que Cris se respalda bien entre cojines.

Los acontecimientos van pasando a medida que surgen ideas. Sin embargo todo gira a mi alrededor. No soy parte de ello. Simplemente estoy quieto en mis rodillas esperando alguna orden. No puedo hablar, solo contestar. Ninguna protesta, ningún derecho. Solo obligaciones, y mi utilidad para las necesidades de ambas damas. ¿Que puedo hacer?.

Harumi deja caminar la película y corre en busca del mando. Luego pasando a mi lado se sienta en su sitio al lado de su amiga.

- Bájate esclavo!

Casi que no entiendo la indicación de mi dueña. No se, supongo que voy hacer de reposa pies. Me lo puedo suponer. Pero, ¿Y la toalla?

- Eh, colócate bien. Procura que esa polla babosa esté por encima de la toalla.

Lo podría adivinar, pero también tenía la esperanza de un ordeño o con la misma, me hubiera dejado pajearme delante de ellas. Pues nada...

No estoy muy seguro que altura busca. No se si acostarme boca abajo o a gatas. Elijo como prueba la última, y me dejo en rodillas y codos en el suelo con mi rostro mirando el lado de los pies de Cris.

Pronto el peso de los talones de Harumi se hace notar en mi espalda y casi en mi culo. Cris sube su pie izquierdo sobre mi nuca, y lo relaja de tal manera, que su peso casi me desequilibra. Me ajusto con profesionalidad dejando ver mi oficio lo mejor que puedo. Codos y antebrazos pegados al suelo. Mi mano izquierda casi debajo del ángulo de la planta del pie derecho de Cris, y mi mano derecha al otro lado, tras el talón apoyado en el suelo. Su pie derecho está muy cerca de mi rostro, casi los puedo tocar en mis manos. El olor diferente a mi dueña se puede sentir. Me enloquece, y solo en mi imaginación soy capaz de lanzarme a ellos sin permiso.

Los pies de Harumi ruedan en mi espalda con energía. Los golpes y los frotes son continuos mostrando así, un acto de nerviosismo e inquietud. Se que mi erección está sobre la toalla. Si estoy goteando, estos caerán sobre ella. Aunque los golpecitos de los pies de Harumi es como el que busca sacar las última gotas de la mostaza.

Completamente incómodo espero acontecimientos, aunque ahora que tengo la postura ideal a la comodidad de ellas, no veo que pueda hacer algo mas. Soy consciente de que debo aguantar y resistir el peso. Y no son los dos pies de Harumi con los talones en mi espalda y cadera los que me molesta, si no mas bien es el peso de uno de los pies de Cris sobre mi nuca los que me asfixia de calor.

Los sudores caen a chorros al suelo, y sin embargo la toalla es muy pequeña para abarcarlo. Esta tiene otra función, esta claro.

Cris se inclina un poco y sin quitar uno de sus pies de mi nuca dice:

- ¿Que pasa? ¿No vas a lamerme?.

Pero, ¿y yo como se lo que quiere?, pensé extrañado. Por lo tanto apenado por mi supuesto error le contesto:

- Si, señorita Cris, no me he dado cuenta de que me has dado permiso.

Tengo que alargar la lengua lo mas adelantado que puedo. Lo suficiente y justo para lamer un costado de su pie derecho. Eso si, apenas puedo hacer un recorrido mas largo. Tan solo llego a lamer desde la base del dedo gordo hasta medio costado. Ni mas arriba en el empeine, ni mas abajo en la planta. Y es que la culpa de todo esto la tiene la presión del otro pie en mi nuca.

Mi excitación a pesar de lo incómodo de la postura se hace notar bajo mi vientre. El olor y el sabor del pie de Cris, el tacto en su piel con mi lengua es embriagador. Siento unas ganas enorme de tocarme y pajearme como un loco aunque desobedeciera a mi dueña. Pero pienso que este autocontrol de alguna manera podría ser recompensada.

Despacio y suave, la punta de mi lengua ridículamente estirada recorre el arco inferior de su pie. No se si llega a notar cosquillas, pero de vez en cuando se recoge los dedos. Entonces por si acaso busco mas alto lo que pueda lamer sobre el empeine.

Mientras sufro y gozo de mi trabajo, la película sigue caminando ante los ojos de las damas. De repente noto que Harumi se recuesta a su izquierda a lo largo del que el sillón la deja. Se acomoda de su costado, y por unos momentos no siento los pies de mi dueña. Pero no mucho tiempo, pronto se acomoda de espaldas al asiento y deja los talones sobre mi trasero.

Ding dong!

Suena el timbre.

- Debe de ser el telepizza.

Dice Harumi algo fastidiada por tener que dar pausa al DVD.

- Esclavo, ve y abre a ver quien es.

Dice mi dueña.

Esa orden me hace un nudo en la garganta. No me queda de otra que recordar que en la sociedad en la que vivimos, el operario del pedido no se va a extrañar verme así. Sabrá que soy un esclavo, y no pasa nada. Casi que me tengo que auto convencer a mi mismo... Vamos...

Después de que Cris quitó su pie de la nuca, yo me dispongo a gatear por lo menos, hasta la puerta. Llego y me levanto por fin como un casi ser humano. Abro y... Efectivamente, el telepizza.

- Buenas noche... esto... ¿Y su dueña?.

Dice el chico del pedido extrañado al verme desnudo con el collar en mi cuello como el esclavo que soy.

- Si espere... "Miro hacia mi dueña y Cris" - El telepizza mi dueña.

Digo aún sin abrir la puerta del todo.

- Recoge las pizzas y déjalas sobre el mini bar, esclavo.

Dice mi dueña al mismo tiempo que se levanta a buscar su su bolso.

El chico me pone las dos cajas de pizzas en las manos. En mi no toma ninguna educación, lo hace de forma que me recuerda mi lugar a pesar de que no soy de su propiedad. Sobre las dos cajas pone las bebidas y me hace señas de que ya llevo todo. Entonces me alejo de la entrada dejando la puerta abierta, y voy hasta el mini bar. Mi dueña es la que se encarga de pagarle. En poco tiempo despide al chico y todo queda como algo natural. Mi presencia apenas a asustado al extraño.

- Esclavo, ven aquí.

Mi dueña me necesita.

Ella desde la cocina saca una gran bandeja plateada. Me pide que le acerque las cajas de pizza, y que se las abra. Mientras, mi dueña se encarga de cortar y separar las lonchas. En poco tiempo ya tenemos triángulos de trozos de pizzas sobre la bandeja. Ya yo la sostengo en mi mano a la vez que ella prepara las bebidas en copas y limón. Terminado, ella rueda la mesita hasta donde yo estaba atendiéndolas, y me indica soltar la bandeja sobre ella.

- Trae las bebidas, y ponlas con la bandeja.

Dice mientras se sienta con su amiga.

Yo a dos pasos cojo las bebidas, y rastreando en mis rodillas hasta ellas dejo las bebidas sobre la mesita.

De rodilla veo como cada una coge un trozo y dan delicados sorbos de refresco de sus copas. La toallita que tenía debajo para mi, se ha quedado en el olvido bajo la mesa. Entonces confuso me dejo caer a los pies de mi dueña apoyándome en mis codos. Mi espalda totalmente arqueada simula un gato con ganas de atención. Cerca de mi rostro los pies de Harumi se cruzan uno encima de otro. Las plantas limpias no tiene indicios de pelusas ni polvo. Se ven apetecibles y mis deseos por lamer esas plantas son cada vez mas intenso. Casi que me lleva un impulso a hacerlo por mi propia iniciativa. Ella sin embargo me ve de vez en cuando, sabe que estoy allí a sus pies, se que le gusta verme así sin que me tenga que decir nada. Se que la libertad que me he tomado por posar de esa manera provocativa, no la molesta. Ya los pies de Cris queda al otro lado de la mesilla, y yo tuve que elegir los de mi dueña guiándome de la lógica. Lo que claro... No me atrevo a besar, y menos a lamer, si ella no me lo ordena.

Se quita el pause y la película sigue. Sigue de tal manera que ya mi dueña se olvida de mi. Ya ni me mira. Y tampoco me dice nada. Yo sin embargo tengo hambre, y mas con los olores de las pizzas. A si que nada... Esperar y quedarme en esta posición. Al menos puedo intentar percibir olores de la piel de sus hermosos pies. Al menos...

Pasado un rato largo...

- Ponte aquí!

Dice Cris señalando un lugar a sus pies.

De un sobresalto voy y me acomodo de igual manera, pero esta vez hacia Cris.

- Nooo, solo quiero apoyar los pies en tu espalda, esclavo.

Dice para mi decepción , ya que esperaba atender sus pies. Pero no, ella solo quiere colocar sus talones sobre mi espalda. Me coloco y ella no tarda en descansar su pies sobre mi.

De esta manera tengo una oportunidad de ver algo de la película. Con solo virar mi rostro a la izquierda puedo ver la gran pantalla. Ignorado y con el calor de los talones y gemelos de Cris veo aguantando la risa los golpes de la comedia. En cambio ellas ríen a carcajadas pasando una tarde noche agradable. Disfrutan de la cena y del humor de la comedia. Y no se... ¿Yo puedo decir lo mismo? Pues quizás el hambre sea negativo, pero sexualmente estoy muy excitado. De manera extraña yo también estoy disfrutando. Disfruté cuando lamí a penas el costado un pie de Cris, el estar cerca de ellos, también los de Harumi, no se, tampoco lo paso mal. Eso si, ignorado casi por completo. Solo me usan como objeto o mueble y no hay una atención sexual. ¿Y que?. No es mi derecho. Ya puedo estar agradecido de ser acogido y de ser útil como reposa pies. ¿Que mas puedo pedir?.

Pronto el día se va apagando como yo me voy agotando. Tengo la esperanza de que cuando la peli termine y Cris se vaya, mi dueña se acuerde de mi y me de de comer. De momento aún queda la mitad, y cada vez soy mas ignorado. Mientras Cris reposa sus pies sobre mi loma, Harumi los reposa sobre la mesilla al lado de la bandeja con resto de migas y las copas casi sin bebidas. La posición también es agotadora, y duelen los codos y las rodillas. Ya tan solo por esto, mi pene ya no esta erecto y reposa blando a la gravedad bajo mis muslos separados.

De repente siento que el plug se va separando. Es extraño, pero casi me he olvidado de el. No se si es que casi que lo he tenido medio caído y no me he dado cuenta, o es que por extrañas circunstancias este le ha dado ahora por resbalar y salirse un poco. No lo entiendo. Hago fuerzas en mi entrañas para retenerlo, pero este sigue saliendo poco a poco. Temo que se pueda caer. Con todo lo que he gateado y andado con el, ¿Y ahora quiere salirse solo?. Espero que a mi dueña esto no la moleste.

Nada, por mas esfuerzo que hago, este sale mas. Se me va caer al suelo.

- Se le está cayendo el plug, Harumi.

Se da cuenta Cris para mi sorpresa. Quizás es muy vistoso.

- ¿Y eso?. Me da que está sudando mucho de calor. Está muy empapado.

Responde Harumi.

Casi al mismo tiempo noto como alguien me empuja el plug y luego lo saca...

- Mejor se lo quito, se le va caer seguro.

Me doy cuenta de que es Harumi quien me quita el plug. Y con esto gano otra vez una erección inmediata.

El plug no se a donde lo dejó, pero al final ella se recuesta de nuevo y sigue atenta a la peli. Cris pronto baja las piernas de mi espada y se hace hacia delante...

Siento de repente las manos acariciando mis nalgas erguidas a su altura ideal. Son dedos suaves que rozan mi piel provocándome espasmos de cosquillas. Luego me ahogo en silencio en cuanto siento su palma apretar mis testículos. Los aprieta suave con mucho cuidado sin hacerme daño. De la forma con la que juega con mis testículos, puedo adivinar que lo hace estando mas atenta de la peli que de mi sexo. Es como si le relajara amasarlos, por que es lo que hace. Me los amasa jugueteando con las bolas entre los dedos. Ahora son sus dedos los que juegan con el saco y las bolas como si fuera un saco de dos boliches. Eso si, aveces me hace daño.

Después de un rato siento como sus dedos atrapan el eje de mi pene. Estos empujan y saca mi erección del vientre hasta llevarlo tras de mi. Prácticamente lo hace asomar entre mis nalgas. Entonces los dedos se deslizan hasta la punta y sostiene el glande con cuidado. Me imagino que sabe que goteo. Me puedo imaginar esos dedos bañado en líquido preseminal.

Gimo y gimo de placer mientras Cris juega con mi sexo. Siento que el camino para una erupción se está llenado. No se hasta cuando podré aguantar. No debo... Es peligroso eyacular sin permiso y encima manchar el piso ya que la toallita se ha quedado olvidada. Harumi está tan atenta de la peli, que no se da cuenta de que algunas gotas pueden estar cayendo al suelo. Sería terrible si eyaculara al completo.

Si antes sudaba, ahora mas que nuca. Estoy haciendo un esfuerzo imposible por no eyacular. Y es que Cris parece que no se da cuenta, pero sigue atenta a la peli, y al mismo tiempo masajea y acaricia el largo de mi falo a su gusto.

Hay risas, pero son ocasionadas por la comedia. Cris no me suelta. Ríe y sigue con los masajes.

Mi vista se nubla, siento que voy a perder el conocimiento, no aguanto mas.... Un gemido mas profundo alerta a Cris que cuando casi estoy a punto, me suelta el miembro a tiempo.

- Un poco mas y te dejo perdido el suelo, Harumi.

Dice riendo Cris tan solo sujetando entre el pulgar y el índice la piel del saco testicular para que Harumi pueda ver mi erección rebotar bajo mi vientre.

- Ay no, si no te importa coge la toallita que creo que está debajo de la mesilla.

Responde Harumi.

- Descuida, no me apetece.

Dice Cris mientras se echa hacia atrás y vuelve a reposar sus talones sobre mi espalda.

Es el fin. Aquí acaba la lucha por no eyacular, y me entra un desesperado desconsuelo por eyacular. Dios mío, este cambio repentino podría provocarme un infarto.

Así pasamos varios minutos, ya casi que va terminar la película. Mas o menos me he recuperado de la desesperación por eyacular, pero aún no he perdido la erección. La erección la he mantenido por pura esperanza e incertidumbre de esperar otra posibilidad que nunca llegó.

Nada, la película termina y una patada suave de Cris me indica retirarme de sus pies. Esta aprovecha y se estira...

- Me encantó!

Dice mientras termina de estirarse.

Yo voy gateando hasta los pies de mi dueña y espero en la misma posición.

- Estupenda, no se como no la he visto antes.

Responde Harumi que luego me mira....

- Esclavo, recoge la bandeja y las copas de la mesilla.

- Si, mi dueña.

De rodillas y rastreando hago mi trabajo dejando la bandeja y las copas sobre la mesa de la cocina. Terminado vuelvo al mismo sitio.

Ellas charlan y comenta la película por un buen rato desde mi llegada en la misma posición. Así paso mas rato entretenido por la visión de los pies descalzos de mi dueña sobre el brillante suelo. Esta visión se suma por el reflejo que da sobre el suelo con la luz encendida. Me encanta.

- Muchacha, me tengo que ir... Ya son casi las 11.

Dice Cris levantándose de su asiento.

- Como quieras, yo no te echo.

Ríe Harumi.

- Además, mañana vas a trabajar.

- Descuida, tampoco es que vaya a madrugar.

- Pues nada muchacha, me gustó mucho tu nuevo esclavo, haber si un día nos hacemos un cambio para variar.

- Por mi no hay problemas, es mas... ¿Quieres tenerlo esta noche ya que mañana se va quedar solo por la mañana?.

- Ah nooo, es que salgo con mi madre mañana. Quizás otro día.

- Vale, no pasa nada.

Se dan dos besos y Cris busca sus zapatillas en la entrada trasera. Allí se vuelven a despedir mientras yo espero en el salón esta vez en mis rodillas.

Pronto aparece Harumi sola.

- ¿No has comido, verdad? Pobrecito.

- No, Ama Harumi.

Respondo apenado mientras ella se acerca y acaricia mi cabello.

- No te preocupes. Tengo tu alimento y ahora mismo vas a cenar.

Entonces me viene ganas de orinar.

Para avisarla debo besar varias veces el suelo cerca de sus pies. Pero ella se ha ido hasta la cocina. Así que la sigo.

- ¿Que te pasa, esclavo?

Pregunta después de verme besar varias veces el suelo a sus pies.

- Ama Harumi, le pregunto si puedo ir a orinar.

- ¿Orinar solo?

- Si, Ama Harumi.

- Vale, esa es otra norma que voy a enseñarte. La manera de pedirme permiso está bien. Lo que ahora te voy a explicar como orinar...

Harumi se dirige al baño y yo gateo tras ella. Esta abre la tapa de la vasija y...

- Siempre sentado, entendido?

- Si, Ama Harumi.

Ella espera con los brazos cruzados a que yo me siente en la taza y orine. Este no tarde en caer...

- ¿Terminaste?

- Si, Ama Harumi.

- Bien, pues después de orinar a parte de tirar de la cisterna, debes sentarte en bidé. te das agua en tu cosita y luego... ¿Ves esos pañitos que tengo escondidos detrás del bidé?.

- Si, Ama Harumi.

- Pues te secas bien, ya me entiendes. Aquí vas estar siempre desnudo, y no quiero ver orina en ese pene. ¿Entendido?.

- Si, Ama Harumi.

Así que hago la operación bajo la atenta mirada de mi dueña hasta terminar.

Pronto ya estamos saliendo hasta la cocina donde ella me prepara un cuenco doble de perro. Uno lo cubre de leche y el otro de pienso especial para esclavos.

- Ten mi niño.

Me dice cariñosa dejando el cuenco cerca.

Tranquilo y sin hacer desperdicio de mi alimento, como y lamo la leche sin ayudarme de mis manos. Siempre cumpliendo el protocolo enseñado en Tasarte.

Harumi se vuelve al salón y se dispone hacer zaping con el mando.

En cuanto termino gateo hasta los pies de mi dueña y beso una vez el suelo. Ella apaga la tele y bosteza...

- Chico, vamos a tener que acostarnos. Hoy ha sido un día muy largo.

- Lo que usted diga, Ama Harumi.

- Bueno vamos a enseñarte tu sito para dormir.

Harumi se levanta y gateo tras ella hasta su dormitorio. Entramos y me ensaña la litera extendida bajo los pies de la cama. Yo ya se que es mi lugar y me acuesto boca arriba.

- Buenas noche, esclavo. Ya mañana te comento que vas hacer en cuando me valla a la oficina.

- Buenas noche, Ama Harumi.

No se que me pasa, pero caigo rendido. Apenas noto a mi dueña por la habitación y cierro los ojos. Ni siquiera se si al rato se acostó mi dueña. En menos de nada, me apago como un robot. Mañana será otro día....

ZZZZ

  • Index
  • /
  • Home
  • /
  • Stories Hub
  • /
  • Fetiche
  • /
  • GV1016 Ch. 05

All contents © Copyright 1996-2023. Literotica is a registered trademark.

Desktop versionT.O.S.PrivacyReport a ProblemSupport

Versión ⁨1.0.2+795cd7d.adb84bd⁩

We are testing a new version of this page. It was made in 34 milliseconds