• Home
  • /
  • Stories Hub
  • /
  • Travieso/Tabú
  • /
  • Mamita, ¿qué es esto?

Mamita, ¿qué es esto?

Estaba yo una noche aburrida sin nada que hacer. Luego de un largo día de trabajo y de quehaceres del hogar, necesitaba despejar mi mente.

Ya habían pasado varias semanas desde la última vez que había tenido sexo. Como madre soltera de una niña y trabajadora a tiempo completo, me era muy díficil entablar relaciones sentimentales. Lo más que lograba era una que otra culeada de parte de algunos de mis compañeros de trabajo o un polvo rápido por parte de algún cliente.

Hoy había decidido masturbarme. ¿Quién dijo que se necesita a alguien más para tener placer?

Ya era eso de las 11p.m. cuando me di un baño. Luego de vestirme pasé por el cuarto de mi hija para asegurarme de que esta dormía y le di un beso de buenas noches.

Acto seguido me fui a mi cuarto y junté la puerta. Me quité la pijama y ropa interior que me había puesto minutos atras quedando completamente desnuda. Saqué uno de mis juguitos largos y anchos de una de mis gabetas y me fui con el a la cama.

Me acosté de espaladas, abriendo mis piernas y deslizando mi mano derecha entre mis muslos. Comencé a tocarme lentamente hasta llegar a los labios de mi vagina. Imaginé que era alguno de mis clientes quien me tocaba.

Ya estaba completamente mojada cuando toqué mi clitoris. Con mi otra mano jugué com mis pezones haciendo que estos se pusieran erectos. Estaba a punto de introducirme un dedo en mi zona humeda cuando sentí que alguien más me tocaba.

El placer que recibí fue tan espontaneo que duré mucho en reaccionar. Me incliné un poco hacia arriba para ver que sucedía. Mi sorpresa fue mucha al ver que era mi hija.

Mi pequeña estaba allí parada mirando mi coño mientras que con una de sus manitas acariciaba los labios. Yo retiré mi mano y dejé que ella continuara.

-Mamita, ¿que es esto? -Preguntó curiosa ahora tocando mi clitoris. Antes de responder dejé escapar un gemido.

-Es algo que todas las chicas tenemos. Es una especie de botón, que cuando alguien más toca, nos hace feliz.

Mi respuesta la entusiamó más, lo que hizo que jugará con más fuerza mi clitoris. Mientras que yo seguí tocando mis senos ahora con dos manos.

-¿Eres feliz, mami? -Preguntó ahora.

-Muy feliz, mi vida. -Respondí entre gemidos-. Pero sería mucho más feliz si hiceras otra cosa por mi.

-¿Qué?

Me incorporé sentandome rescostada del espaldar de la cama. Mi hija retiró su mano de mi coño pero no se movió de donde estaba.

-Ven aquí. -La acerqué más a mi y acaricié su rostro. Ella me sonrió inocentemente-. ¿Quieres hacer feliz a tu mami?

Asintió con la cabeza.

-Bien. -Fue todo lo que dije antes de empezarle a quitar su ropita de dormir.

Ahora nos encontrabamos las dos desnudas, pero ella aún no emtendía que pasaba.

Acaricié su cuerpecito y ella solo se estremeció.

-Vas a volver a jugar con mi botón. -Le comenté-. Pero ahora también vas a lamerlo coml si fuera una caramelo. Eso me hará más feliz.

Mi hija solo obedeció. Se acomodó en la cama y bajó su carita hasta mi entrepierna. Con su manita derecha inexpertamentr tocó mis labios vaginales y con su boca comenzó a rozar mi clitoris.

Yo gemí de placer como nunca antes lo había hecho. Su mano y boca sin experiencia me esta exitando más que lo que cualquier hombre hya hecho en toda mi vida.

-Usa tu lengua. -Logré decir.

Ella obedeció nuevamente y lamió mi clitoris.

Yo gemí más fuerte y comencé a retorcerme en la cama. Coloqué una de mis manos encima de la cabeza de mi hija, haciendo que esta aumentara sus lamidos.

Ahora no solo me estaba comiendo el clitoris sino que todo el coño. Chupaba mis labios y mi clitoris a la misma vez que me toqueteaba con sus deditos.

Yo no pude más y llegué a mi primer orgasmo. Ella se sorprendió de mis espasmos, pero no dejó de lamer mi coño ahora repleto de jugos.

-Soy muy feliz. -Dije y la aparte de mi coño. Su carita estaba mojada. La acerqué a mi y le di un beso en los labios.

Para nosotras era totalmente normal besarnos en la boca, pero esta noche había sido diferente. Yo disfruté sus labios con sabor a mi propia concha.

Mientrad la besaba no me resistí más y la acosté al otro extremo de la cama, ahora quedando yo arriba de ella. Continué besandola, ahora bajando lentamente. Primero por su cuello, sus diminutas tetas, su hombligo y su vientre. Cuando llegué a su vagina, no quizo abrir las piernas a un principio pero se dejo llevar, permitiendome el paso.

Chupé su pequeño y rosado coño con si fuese una experta, lo cual no era, pues solo había tenido relaciones con hombres.

Ella comenzó a emitir gemidos y jadeos sin saber porque se sentía así. Al cabo de unos minutos pude sentir como su coñito se mojaba más y más. Me alejé y subí nuevamente a besarla. Esta completamente exitada y sonrojada.

Le sonreí y alcancé el vibrador había traído conmigo a la cama.

-¿Ves esto que está en mi mano? Es un juguete que al principio causa dolor, pero una vez te acostumbra a el, es wl juguete más bueno de todo el mundo.

-¿Comó se juega con el? -Preguntó.

-Te mostraré.

Me acomodé nuevamente y abrí mis piernas. Tomé el vibrador con mis dos manos y lo encendí. Lo metí en boca lentamente. Lo chupé como si de una verdadera polla se tratase. Mi hija me veía sin entender aún el juego, por lo que procedí a la próxima parte.

Metí el vibrador por mi coño de un solo cantazo. Grité de placer lo que sobresaltó a mi hija, pero no dejaba de mirarme.

Dejé que el vibrador hiciera su función, a la vez que lo sacaba y volví a meter en mi coño. No pasaron ni unos cinco minutos cuando estaba llegando a un nuevo orgasmos. Grité con todas mis fuerzas y me corrí. Saqué el vibrador mojado de mi vagina y se lo pasé a mi hija.

Ella lo introdució a su boca, asumiendo que era el primer paso a seguir del juego. Al principio se le dificulto mamarlo, debido a su tamaño, pero luego fue mejorando.

Cuando vi que no sabía como seguir, le quité el vibrador y la volví a recostar abriendo sus piernitas. Acaricié su coñito con mis manos y luego con el vibrador. Ella jadeó cuando sintió la punta del vibrador en la entrada de su coño.

Para tranqulizarla. Opte por usar mi dedos primero. Fuí metiendo uno de mis dedos lentamente en su coñito. Ella se movia de incomodidad, pero no se quejaba. Seguí añadiendo dedos poco a poco hasta llegar a cuatro. Ahora si se quejaba de dolor, pero yo la calmaba.

Al cabo de un rato retiré mis dedos y volví a acercarle el vibrador en su entradita. Mi pequeña se asustó, pero no se movió.

Introduje unos 4cm apróximadamente en su coñito y ella gritó. Fuí introduciendo más poco a poco mientras ella se quejaba y ahora lloraba.

-Mamita, eso duele. -Decía, pero yo seguí metiedole el vibrador más adentro.

Cuando faltaban pocos centrimetros para que estuviese completamente adentro, se lo metí todo de un solo empujón, lo que hizo que ella gritara.

La besé para que se calmara y dejé el vibrador inmovil. Cuando se tranquilizó, agarré el vibrador y comencé a moverlo circularmente en su coñito, que ahora esta botando un hilo de sangre.

Había desvirgado a mi hija y ambas lo estabamos disfrutando.

Seguí penetrandola con el vibrador hasta que ella empezó a gemir. Ya había aceptado la magnitud del vibrador y estaba recibiendo placer. Estaba a punto de llegar a su primer orgasmo.

Bajé mi cabeza a su concha y chupé su clitoris mientras la pentraba y ella gritaba de placer. Así llegó a su primer orgasmo.

Retiré el vibrador de su coño y la puse sobre mi. La abracé y la besé.

-¿Estás bien? -Pregunté mientras la acariciaba.

-Me duele un poco, pero me ha gustado mucho el juguete. A mi también me hace feliz.

-Y jugaremos por siempre juntas. -Le respondí-. De ahora en adelante te haré feliz y tu me harás feliz.

_________________________________

  • Index
  • /
  • Home
  • /
  • Stories Hub
  • /
  • Travieso/Tabú
  • /
  • Mamita, ¿qué es esto?

All contents © Copyright 1996-2023. Literotica is a registered trademark.

Desktop versionT.O.S.PrivacyReport a ProblemSupport

Versión ⁨1.0.2+795cd7d.adb84bd⁩

We are testing a new version of this page. It was made in 30 milliseconds