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Segunda vez con Carlos

Parece ser que Carlos se lo pasó muy bien ya que a los dos días nos llamó por teléfono para ver como estábamos y nos dijo que quería repetir. La verdad es que cuando llamó nos pilló en la faena, cosa que le dijo ella. Entonces el dijo "¿Os pille follando¿". Mi mujer le dijo "si en estos momentos tenia la polla de mi marido en la boca". Y se inicio un diálogo que fue mas o menos así.

Ella: Nos pillaste follando.

Car: No me digas, ¿que estabais haciendo?

Ella: Tenía la polla de mi marido en la boca.

Car: ¿La tiene muy dura?

Ella: Si, ¿Y tu? ¿Se te ha puesto dura de saberlo?

Car: No seáis cabrones, no me hagáis esto que tengo unos cliente en la tienda.

Ella: Pues tu veras si te quieres correr escuchándonos o que.

Car: Joderrr, esperar que me voy al baño con el inalámbrico.

Ella: No veas lo rica que está esta polla, slurrrpppp!!, slurrrpppp!!

Car: Joder como la tengo de dura, pero no puedo estar mucho tiempo.

Ella: Pues ahora me esta metiendo la polla en el coño.

Car: No veáis como me estaos poniendo.

Ella acerco el teléfono a su coño para que escuchara el ruido de la penetración. Con lo mojados que estábamos se escuchaba perfectamente el ruido de la penetración. Ella esta a cuatro y yo follándomela desde detrás. Se escuchaba el ruido de la penetración y el de mis bolas rebotando en su culazo. Carlos no tardo mucho en correrse, por la excitación que tenía y por la prisa.

Ella: Mejor así, porque salir empalmado a atender los clientes como que puede ser un problema.

Car: Desde luego.

Ella: Sobre todo por la mujer. Se dan cuenta enseguida de las cosas.

Car: Si claro, las mujeres notan todo enseguida.

Yo: Pues aprovecha y os lo montáis allí mismo.

Car: Si claro!!! Como que los clientes vienen aquí a follar en vez de a comprar sillas.

Yo: Bueno, con la escusa de probar la robustez de la silla te sientas y te la subes encima, ja ja ja.

Car: Bueno, tengo que dejaros. ¿Cuando podemos repetir?

Ella: Este fin de semana, ¿Vale?.

Car: Vale, os dejo. Buena follada y traga todo lo que te tiren bella!!.

Nosotros seguimos a los nuestro mientras el pobre Carlos tenía que atender su negocio.

El fin de semana llegó, y allí nos presentamos, en su tienda. Ella llevaba una falda de campana y una tanga de hilo debajo y encima un sujetador de encaje bellísimo y una blusa muy escotada. Ella estaba muy cachonda porque hoy quería que le hiciéramos una doble penetración y la sola idea de pensarlo la mojaba por completo. De camino allí en el coche ella me lo dijo, "toca mi coño cielo, esta súper mojado". Efectivamente, mi mano salió empapada. Ella me correspondió sobando mi polla sobre el pantalón mientras conducía.

En eso estaba cuando me baja la cremallera y me la saca. Se tumbó y comenzó a chuparla mientras yo conducía. Tuve que bajar la velocidad para evitar un accidente. Mis huevos comenzaron a mandar la señal de corrida inminente y yo se lo dije. "córrete, no te preocupes que yo lo absorbo todo". Así lo hizo no se desperdició ni una gota.

Ella estaba tan cachonda que comenzó a sobarse los pechos y tocase el coño. Cosa que agradeció un camionero que estábamos adelantando en ese momento, ya que éste acomodó su velocidad para quedar paralelos y no perderse el espectáculo. Mi mujer lo miró, le lanzo un beso y lo dejamos atrás.

Al rato llegamos al sitio. Él nos recibió como siempre y pasamos al final. Esta vez el se puso detrás de ella, la agarró y la acompaño caminando con su paquete pegado al culo y las manos agarrando esos pechos que le tenían loco. Se frotaba contra ella con frenesí mientras caminaban. Nada mas llegar al final la abalanzó sobre el sofá, quedando ella de cara a la pared con el culo en pompa, le levantó la falda y se encontró con esa tanga de hilo enterrada entre las nalgas de ese precioso culo. Metió la mano entre las piernas para sobar ese coño y apartando el hilo de la tanga al lado comenzó a chupar todo ese culo y coño diciendo, "ummmm, que mojada estás, tu tanga está empapada". Yo mientras me quedé desnudo y acerqué mi polla a su boca para que comenzara a chupármela mientras Carlos seguía allí abajo chupando esos ricos jugos que empapaban el coño de mi mujer.

Al rato Carlos le quito la falda, la tanga y la blusa, quedando ella solo con las botas de tacón y el sujetador. La escena le hubiera levantado la polla a cualquiera ya que era súper morbosa con ella en esa pose. Entonces yo me puse detrás mientras y comencé a follármela mientras que Carlos acerco la polla a su boca para que se la chupara. Ella chupaba mientras le sobaba las bolas con una mano y Carlos con un dedo comenzó a acariciarle el agujero de su culo. Ella dijo, "hoy quiero las dos dentro".

Así pues sacamos un lubricante especial que tenemos que adormece un poco la zona, para evitar el dolor, no así el placer, y lubricar bien ese agujero. Le puso lubricante en el dedo a Carlos, el cual comenzó a meter el dedo despacito por su culo mientras yo seguía follándomela desde detrás.

Al rato, cuando se notaba ya el efecto del lubricante Carlos se sentó en el sofá. Saco un condón y se lo dio a ella. Ella se la chupo un poco y comenzó a ponérselo despacio mientras le miraba a los ojos con mirada lasciva. Luego se puso de pie en el sofá de cara a él y le ofreció su coño abierto con los dedos, el cual chupó encantado. Ella comenzó a agacharse y enterrar su polla poco a poco dentro de su coño. Comenzó a moverse despacio adelante y atrás. Carlos se quedo con los ojos en blanco del gusto.

Ella comenzó a cabalgarlo con mas dureza. Carlos la libero del sujetador y sus tetas comenzaron a golpearlo en la cara, cosa que a él pareció encantarle. Al momento comenzó a chuparle los pezones que estaban como montañas. Yo me acerque por detrás y lentamente comencé a enterrar mi polla en ese culo. Primero la cabecita para acomodar el lugar y luego poco a poco fui enterrando mi polla en ese culo. Era fantástico notar la presión de su culo sobre mi polla. En eso nos pusimos los dos a bombear. Ella jadeaba agitada de placer por tener esas dos pollas dentro y solo decía "mas cabrones, mas, darme mas". La polla de Carlos en el coño, la mía en el culo, la boca de Carlos en sus tetas y la mía en su nuca. Ella parecía poseída del placer que estaba sintiendo. Se notaba el vaivén de las pollas dentro.

Ella no tardo mucho en correrse del placer que estaba sintiendo. Los dos pudimos sentir su contracciones sobre nuestras pollas. Tubo un orgasmo brutal. Al poco también no corrimos nosotros. Yo en el culo de ella y Carlos que saco la polla rápidamente se quitó el condón y lo hizo sobre las tetas de mi mujer, las cuales dejo empapadas de semen. Ella al verlo se lo repartió generosamente sobre los pechos, los cuales, sin poder evitarlo comenzó a chupar Carlos.

Así nos quedamos unos instantes, reponiéndonos del esfuerzo. Ella fue al baño a limpiarse mi semen, el cual salia de su culo a borbotones y caía por sus muslos. Al regresar se sentó en medio de nosotros y comenzó a acariciarnos las pollas para levantarlas otra vez. Nos puso de pie frente a ella y mientras se la chupaba a uno pajeaba al otro. En eso que acerco las dos a la boca para chuparlas a la vez, llegando incluso a meter los dos capullos en su boca. La verdad es que sentir la polla de otro hombre junto a la mía era algo nuevo para mi, pero la excitación del momento y la imagen que estábamos viendo nos las puso duras al instante. Ella las engullía a la vez. Era fantástico ver como le entraban las dos pollas en la boca mientras con las manos nos sobaba los huevos.

Ella empujó a Carlos hacia el sofá, cayendo este sentado. Se puso de espaldas a él y el colocó el culo en pompa frente a su cara. Carlos comenzó a chupar ese culazo, agujero incluido, el cual intentaba penetrar con la punta de su lengua. Entonces ella lo fue bajando el culo hasta quedar sobre la polla de Carlos, y se la fue tragando con su culo poco a poco. Cuando llegó al final quedo una imagen digna de película porno. Carlos sentado en el sofá y mi mujer dándole la espalda con esa polla enterrada en su culo hasta los huevos. Sus piernas abiertas ofreciéndome su coño, el cual me dispuse a chupar y penetrar con mi lengua mientras la polla de Carlos entraba y salia de su culo.

Al minuto no aguanté mas el calentón y se la metí rápidamente en su coño. Conforme entraba podía notar el bulto de la polla de Carlos en el culo de mi mujer. Allí comenzó un meneo frenético de pollas entrando y saliendo, acompañado por los gritos y gemidos de mi mujer, la cual tenía ya los ojos en blanco de tanto placer. Para rematarla mas mientras nuestras pollas la follaban, mi mano fue a su clítoris que quedaba descubierto para mi que esta encima, y comencé a meneárselo. No tardó ni un minuto en correrse, de pronto las contracciones de su orgasmo sobre nuestras pollas no hicieron corrernos al instante.

El corridón que le deje fue tal que al sacar la polla el semen comenzó a salir del coño de mi mujer y caer sobre los huevos de Carlos que seguía dentro del culo de mi mujer, pero estaba tan extasiado que ni reparó en ello.

La experiencia fue brutal. Los placeres sentidos indescriptibles. La verdad es que la visita valió la pena. Después de limpiarnos y despedirnos Carlos no pudo evitar sobar y besar de nuevo los pechos de mi mujer que le tenían loco. De camino a casa comentábamos lo bien que lo habíamos pasado.

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